Por primera vez en la historia judicial peruana, las autoridades presentaron una acusación penal por el asesinato de cuatro ambientalistas que luchaban en su comunidad indígena contra la destrucción por parte de madereros de los bosques de la Amazonía.
El fiscal de la región peruana amazónica Ucayali, Otoniel Jara, dijo a The Associated Press que pidió 35 años de cárcel contra dos empresarios madereros y tres taladores por el asesinato a tiros en 2014 de los cuatro indígenas asháninka, en el mayor ataque contra ambientalistas en Perú, considerado el cuarto país con la mayor superficie de bosques tropicales y de donde se exportan importantes cantidades de madera al mundo.
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Al menos seis ambientalistas indígenas peruanos han sido asesinados desde 2013, pero hasta ahora ninguna autoridad había presentado ningún cargo ante los tribunales para enjuiciar a los responsables.
La AP tuvo acceso al expediente de la causa con la que el fiscal Jara busca que no queden impunes los crímenes de Edwin Chota, Jorge Ríos, Leoncio Quintisima y Francisco Pinedo, quienes fueron asesinados con tiros de escopeta en un paraje remoto de la comunidad asháninka Alto Tamaya-Saweto el 1 de septiembre de 2014.
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Según la investigación, los empresarios madereros José Estrada y Hugo Soria son considerados autores intelectuales del crimen y los taladores Eurico Mapes, Josimar Atachi y Segundo Atachi son señalados como los ejecutores de los asesinatos.
La AP no había podido contactar a los acusados ni a sus abogados, aunque en el pasado al menos los empresarios ya habían declarado a algunos medios que son inocentes.